Tomar agua. Un hábito sencillo que ayudar a mejorarla conducta, la concentración y el bienestar de los niños

En una época en la que abundan las bebidas azucaradas y los jugos industrializados, es fundamental recordar que el agua debe ser la bebida principal en la infancia.

Más que calmar la sed, el vital líquido contribuye con el bienestar del ser humano. Cada célula, tejido y órgano necesita agua para funcionar correctamente. En el caso de los niños, su papel es aún más importante. Algunos beneficios son:

* Transporta nutrientes y oxígeno a las células.

* Ayuda a regular la temperatura corporal, especialmente cuando los niños son activos.

* Protege las articulaciones, la médula espinal y los tejidos.

* Favorece la concentración, el estado de ánimo y la memoria.

* Contribuye a la salud dental, sobre todo si contiene flúor.

* Sustituye bebidas calóricas, ayudando a mantener un peso saludable.

Estudios, respaldados por la American Academy of Pediatrics (AAP), muestran que un niño bien hidratado tiene mejor rendimiento cognitivo, mayor energía y mejor regulación emocional.

Estrategias prácticas para fomentar el hábito de beber agua.

1. Modelar con el ejemplo: Los niños imitan lo que ven. Si los adultos beben agua con frecuencia, ellos harán lo mismo.

2. Hacerla accesible: Tener botellas o vasos de agua visibles y al alcance de los niños en casa y en la escuela.

3. Ofrecerla en momentos clave: Al levantarse, antes y después de jugar, y durante las comidas.

4. Reducir la disponibilidad de bebidas azucaradas: Si no están al alcance, el agua se convierte naturalmente en la opción principal.

5. *Educar desde pequeños: Explicar con palabras simples por qué el agua es la bebida que ayuda al cuerpo a crecer fuerte y pensar mejor.

Beber agua desde la infancia no solo impacta el bienestar inmediato, sino que también previene enfermedades crónicas, como la obesidad. Además, favorece la autorregulación, la concentración y la energía necesaria para aprender y jugar.

Padres, cuidadores y profesionales tenemos la responsabilidad de fomentar una cultura de hidratación consciente en nuestros peques. Ofrecer agua con amor, constancia y ejemplo es una de las decisiones más simples y poderosas para cuidar el futuro de los niños.

Solimar Rodríguez - Terapeuta de Conducta

Venezuela - USA

https://www.healthychildren.org/Spanish/healthy-living/nutrition/Paginas/Choose-Water-for-Healthy-Hydration.aspx

https://kidshealth.org/es/kids/water.html

Drink water. A simple habit that helps improve

children's behavior, concentration, and well-being

In an age where sugary drinks and industrialized juices abound, it is essential to remember that water should be the main drink in childhood.

More than just quenching thirst, this vital liquid contributes to human well-being. Every cell, tissue, and organ needs water to function properly. In the case of children, its role is even more important. Some benefits are:

* It transports nutrients and oxygen to cells.

* It helps regulate body temperature, especially when children are active.

* It protects joints, spinal cord, and tissues.

* It promotes concentration, mood, and memory.

* It contributes to dental health, especially if it contains fluoride.

* It replaces caloric beverages, helping to maintain a healthy weight.

Studies, backed by the American Academy of Pediatrics (AAP), show that a well-hydrated child has better cognitive performance, more energy, and better emotional regulation.

Practical strategies to encourage the habit of drinking water.

1. Lead by example: Children imitate what they see. If adults drink water frequently, they will do the same.

2. Make it accessible: Have bottles or glasses of water visible and within reach of children at home and at school.

3. Offer it at key times: When they wake up, before and after playing, and during meals.

4. Reduce the availability of sugary drinks: If they are not available, water naturally becomes the main choice.

5. Educate from an early age: Explain in simple words why water is the drink that helps the body grow strong and think better.

Drinking water from childhood not only impacts immediate well-being, but also prevents chronic diseases, such as obesity. In addition, it promotes self-regulation, concentration, and the energy needed to learn and play.

Parents, caregivers, and professionals have a responsibility to foster a culture of conscious hydration in our children. Offering water with love, consistency, and example is one of the simplest and most powerful decisions we can make to care for the future of children.